¿En dónde está el que con su amor me envuelva? Ha de traer su gran verdad sabida... Hielo y más hielo recogí en la vida: Yo necesito un sol que me disuelva.
Alfonsina Storni
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Un día te querré... un día: ¿cuándo? No lo sé, ni me importa, todavía. Tan segura de amarte estoy, un día, que ni anhelo ni busco, voy andando.
Julia Prilutzky
Destino
Seguidores
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Digamos que estoy sola y te deseo. Que no hallo el escenario donde acoplar tu imagen con mi aliento.
Bebamos y brindemos por la triste ironía de estar vivos y no poder amarnos.
María Rosal
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Todo lo que de vos quisiera es tan poco en el fondo porque en el fondo es todo Que mires más allá de mí, que me ames con violenta prescindencia y que el placer que juntos inventamos sea otro signo de la libertad.
Julio Cortázar
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Nuestro mundo
tu pais
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Viniste de tan hondo que conozco tu nombre, conozco tu dolor, reconozco tu alma.
No viniste de lejos, ni siquiera has llegado. Estabas desde siempre, como un lenguaje escrito en el fondo de mí, y te estoy descifrando.
Renata Durán
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Ámame sólo como amarías al viento
cuando pasa en un largo suspiro hacia las nubes;
Ámame sólo como amarías al viento
que nada sabe del alma de las rosas,
ni de los seres inmóviles del mundo,
Ricardo Molina
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Un día me amarás. Estarás de mi pecho tan cercano, que no sabré si el fuego que me abrasa es de tu corazón o del verano.
Dora Castellanos
Podría perfectamente suprimirte de mi vida, no contestar tus llamadas, no abrirte la puerta de la casa, no pensarte, no desearte, no buscarte en ningún lugar común y no volver a verte, circular por calles por donde sé que no pasas, eliminar de mi memoria cada instante que hemos compartido, cada recuerdo de tu recuerdo, olvidar tu cara hasta ser capaz de no reconocerte, responder con evasivas cuando me pregunten por ti y hacer como si no hubieras existido nunca. Pero te amo.
Darío Jaramillo Agudelo
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Por qué no tu boca aquí, por qué no sobre mi piel tu aliento por qué no adentro yo de tus abismos?
Darío Jaramillo Agudelo
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A trabajos forzados me condena mi corazón, del que te di la llave. No creo en más infierno que tu ausencia. Paraíso sin ti, yo lo rechazo. Que ningún juez declare mi inocencia
Antonio Gala
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Pueden mentirme todas tus palabras. Mentir tu desazón y tu distancia
Pero tus manos, no. Tus manos tiemblan. Como si fueran pétalos del agua
Ellas me aman más en su mutismo que tú con las palabras exaltadas.
Tú te marchas. Te vas, pero se quedan tus manos en mi ser, me reconocen
Soy suya. Me poseen, me recorren, me saben parte de su piel. Me besan.
Carmen González Huguet
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Te ahogaré en mi cuerpo una tarde de agosto, mecido entre mis pechos como árboles nocturnos.
María Rosal
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Vengo a ti en mi deseo el alma incontenible . . . ¡Y me lo ofreces todo! . . . Los mares misteriosos florecidos en mundos los cielos misteriosos florecidos en astros ¡los astros y el mundo! . . . Y las constelaciones de espíritus suspensas entre mundos y astros . . . Y los sueños que viven más allá de los astros, más acá de los mundos .
Delmira Agustini
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Ciudades
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Floto voluptuosa en tus profundas aguas y me abro como flor nocturna a tu plácida noche. Mi caverna, tibia y silenciosa, guarida perfecta de tu solitario cuerpo Mi boca es suave entre tus dientes, mi lengua, pájaro que anida en tu boca. Por mi carne fluye sudor de hierro y me prendo como alga marina a tu confuso mar.
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